Reseña de Un millón de gotas de Víctor del Árbol

Hace tan sólo unos instantes que he puesto fin a mi lectura de 'Un millón de gotas' y la sensación de haber leído una de las mejores novelas del año tardará mucho en abandonarme. No imaginaba hace días cuando comencé a adentrarme en la vida de Gonzalo Gil y su familia que podría impactarme tanto su historia, la suya y la de todos los personajes que participan en el libro. Todos ellos con sus propios miedos, con sus propios demonios y con tanta oscuridad en sus vidas que consiguen aprisionarte el corazón y se niegan a soltarlo hasta que no logras entender su historia.

La trama comienza fuerte, con el asesinato de un niño inocente y una venganza que incluso nosotros mismos estaríamos dispuestos a realizar. Y tras ella, Gonzalo Gil intenta dar sentido a su vida, aprisionado dentro de un matrimonio infeliz, y despertando de un letargo cobarde que le hará descubrir su verdadero "yo". Paralelamente, iremos retrocediendo en el tiempo para conocer la historia de su padre, Elías Gil y descubrir a su lado los horrores de unos tiempos convulsos, de la Rusia stalinista, la Guerra Civil española y posteriormente la 2º Guerra Mundial, un recorrido por los peores años de la historia europea en los que la realidad supera a la ficción. Elías nos dará a conocer la Isla de Názino, un lugar hasta ahora desconocido  para mí pero que ya jamás se me borrará de la mente, al igual que el campo de refugiados de Argelés, y será en esos infiernos terrenales en los que se gestará el carácter de Elías y el destino de toda su familia. 

Víctor nos conduce magistralmente para mostrarnos el dolor real de una manera que casi parece natural. Huyendo del morbo gratuito, nos mostrará el verdadero miedo, la realidad de una muerte que siempre está presente, como por ejemplo cuando cuenta las sensaciones que experimenta un preso antes de su fusilamiento. Nos hace sentir como propias la desesperación y las ansias de venganza que siente Elías, pero también su fortaleza, capaz siempre de dar un nuevo paso cuando todo parece perdido.

Seremos testigos de la transformación que se va gestando en Gonzalo, despertando de su apatía para plantarle por fín cara a la vida, y poco a poco iremos descubriendo la relación que existe entre todos los personajes, conectados por una entramada red de mentiras y secretos que se irá aclarando lentamente, dejando tras cada página preguntas sin resolver que te empujan a seguir leyendo sin descanso buscando respuestas. 

Me gusta mucho la manera que tiene el autor de no ponerse del lado de nadie. Se limita a contarnos los hechos y nos deja a nosotros la decisión de simpatizar con uno o con otro según nuestro propio criterio. Nosotros decidiremos quién ha sido víctima y quién verdugo, aunque puede que después nos arrepintamos de haber decidido tan pronto...También encontraremos momentos para reflexionar sobre las relaciones humanas, sobre la lealtad y sobre la manera en que cada uno decide hacer lo que cree correcto, simulando hacerlo por el bien ajeno, aunque en realidad todo lo hacemos por nuestro propio interés sin importar quién cae por el camino.

'Un millón de gotas' es una novela inolvidable que se lee despacio, masticando y reflexionando sobre cada historia, admirando su complejidad pero dejándonos atrapar por ella de un modo hipnótico. El relato es estremecedor e inquietante, pero transpira una emoción y una pasión fuera de lo común que conseguirá atrapar al lector dentro de una realidad que parece demasiado brutal para ser verdadera pero que está presente por mucho que cerremos los ojos.