Reseña de 'La luz que no puedes ver' de Anthony Doerr

"Cerrar los ojos no alcanza a imaginar lo que es la ceguera". 

Con esta frase que aparece en cierto momento del libro, quiero empezar la reseña de esta historia tan preciosa y emotiva como dolorosa y dura. 'La luz que no puedes ver' es la historia de dos jóvenes atrapados en una guerra que ni entienden ni han buscado y su manera de vivir inmersos en ella. Una guerra que puede ser cualquiera, tanto pasada como actual, una guerra que sesga vidas y destroza ilusiones. No importa en qué momento se desarrolle, las guerras siempre destruyen inocentes.

 Aunque una de las cosas más destacables de la historia es precisamente que habla de la II Guerra Mundial, pero no cae en el recurso fácil de utilizar el Holocausto Nazi que tantas y tantas líneas ha llenado en la literatura. En esta ocasión la narración se centra sobre todo en la ocupación alemana en Francia, concretamente en  Saint - Malo, donde vive Marie-Laure, nuestra protagonista, con su padre y su tío abuelo. 

Ella es una joven ciega que no se rinde ante su condición. "Una muchacha hecha de niebla" (como la describe Werner) a la que su fuerza de voluntad y su caracter decidido la ayudan a sobrellevar los momentos difíciles e incluso sirve de estímulo a su familia para luchar con lo poco que tienen.

Werner es un muchacho huérfano alemán inteligente y avispado, con un gran talento para fabricar y reparar radios, lo que le llevará a formarse, aún sin pretenderlo, dentro de las Juventudes Hitlerianas. Allí vivirá momentos muy duros arrastrado por el entorno hostil en el que se adiestra a los niños, mientras que irá creciendo intelectualmente y consiguiendo logros al alcance de muy pocos. 

Tenemos como historia secundaria utilizada para despertar algo de intriga, una joya magnífica, marcada por una maldición, que será el objetivo de un oficial alemán al que quizá Anthony podía haberle dado mucho más protagonismo, y dotarlo de un caracter más malvado que nos despertara más antipatía y terror. A mí personalmente no me pareció peligroso y sus capítulos me resultaron algo indiferentes. 

Sí me gusta mucho en cambio la manera en la que Anthony nos cuenta toda la historia. El relato es tremendamente intimista y realmente consigues una empatía total con los personajes. La ceguera de Marie-Laure está tratada de manera tan natural y acertada que siempre tenemos esa sensación de no poder ver igual que ella. Situación que roza el desasosiego cuando la muchacha trata de esconderse sin poder saber si la persona de la que huye está detrás de ella apuntándola con una pistola. Werner, por otro lado, nos abre paso dentro de su  mente y sentimos la misma impotencia, la misma rabia y la misma tristeza que experimenta él en varios pasajes del libro. 

Es tal la conexión que tenemos con los protagonistas que, cuando el encuentro entre ellos se produce, su emoción es la nuestra, y la melancolía de la despedida también traspasa el papel para alojarse en nuestros sentimientos. Aunque yo le daría un pequeño tirón de orejas a Doerr por hacer que esos momentos juntos sean tan breves...

Otro punto "negativo" a mi parecer son las páginas finales. Están redactadas de manera más fría, mostrándonos lo que les ha ocurrido a algunos de los personajes con el paso de los años, pero pierde gran parte de la magia y emotividad que nos ha acompañado durante toda la novela y, con alguna excepción, en esos capítulos el libro empezó a perder algo de interés para mí. 

Pero en conclusión, 'La luz que no puedes ver' es una magnífica historia, que se lee despacio, que nos toca el corazón si somos muy sensibles y que permanecerá en el recuerdo mucho después de cerrar su última página.