Reseña de 'Medio mundo' de Joe Abercombrie

"El momento en el que pares, será el momento en el que mueras". 

Esta frase identifica perfectamente la trepidante aventura que podemos disfrutar en 'Medio mundo', la segunda parte de la trilogía "El mar Quebrado" de Joe Abercombrie y para mí, el mejor libro de los tres con uno de mis personajes literarios favoritos.

(La reseña contiene spoilers del anterior libro 'Medio rey')

Al igual que en el anterior, en este libro viviremos el viaje iniciático de nuevos personajes. Yarvi se ha convertido en el padre Yarvi, y pierde un poco de protagonismo en la historia aunque después de leer la trilogía completa nos daremos cuenta de lo importante que es, aún manteniéndose en un discreto segundo plano. 

Rulf se ha convertido en su hombre de confianza y Uthil es el nuevo rey de Gettlandia. El Alto Rey y la abuela Wexen intentan imponer su voluntad en todo el Mar Quebrado y Yarvi tiene el firme propósito de cumplir su  juramento y vengarse de los asesinos de su padre y hermano. Para ello, no duda en recorrer medio mundo en busca de aliados ante la inminente guerra y se hace acompañar de dos nuevos personajes que serán el eje principal de la historia. Espina Bathu es una valiente luchadora bendecida por la Madre Guerra cuyo único objetivo es convertirse en guerrera y sólo entiende el idioma de la violencia. Brand es un fuerte guerrero que odia matar y sueña con hacer el bien y "vivir en la luz". Ambos jóvenes, tan distintos entre sí, se verán envueltos en la tela de araña de Yarvi y acabarán como remeros en su tripulación destinados a ayudarle a cumplir su objetivo. Las aventuras y desventuras que vivirán en este viaje les llevarán a madurar y a conocerse a sí mismos sellando un destino cuyo desenlace veremos en la próxima entrega. 

La narrativa de 'Medio mundo' ha madurado igual que Yarvi, y si en 'Medio rey' nos encontramos con una historia sencilla, fácil y algo inocente igual que su protagonista, aquí tendremos algo totalmente diferente. Contagiados del espíritu rudo e impetuoso de Espina, la violencia cobra especial sentido en la narración ganando en interés para el lector. A  pesar de ser una chica bastante irascible, es sorprendente cómo consigue conectar con nosotros. Esa armadura de rencor que viste no impide que suframos con sus desgracias y que nos alegremos con sus triunfos. El duro entrenamiento que lleva a cabo a las órdenes de la bruja Skifr (personaje secundario de lujo) forma parte de los mejores momentos del libro, junto a su relación con Brand, que lejos de ser una historia de amor al uso, está descrita como una manera de conocer el "yo" más profundo de cada uno, y una prueba más que superar en su camino hacia la madurez. 

El libro supera con creces el ya magistral inicio que tuvimos con la primera parte de la trilogía, y la historia te mantiene enganchado hasta el final y con ganas de empezar el siguiente sin apenas descanso. Abercombrie ha apostado en esta entrega por dotar a las mujeres de una fuerza y un carisma fuera de lo común. Así nos encontramos a la reina Laithlin, astuta y segura de sí misma, Rin, la forjadora de espadas, la propia Espina a la que todo el mundo llega a temer, la bruja Skifr que en su papel de entrenadora de Espina nos regala momentos duros pero acompañados de una dosis de humor que capta nuestra simpatía desde el primer instante... Todas ellas con su propia personalidad y que cuentan con el respeto absoluto de todos los que las rodean.  No debemos olvidarnos de los personajes masculinos que se unen a la aventura, y es aquí donde conoceremos mejor a Koll, el muchacho al que Yarvi salvó de la esclavitud junto a su madre, y al temible Grom-Gil-Gorm, rey de los Vansterlandeses.

Además, Joe introduce algunas intrigas políticas que le añaden interés a la historia y que consiguen hacerla apasionante y adictiva. La calidad es innegable, manteniendo una dosis de realidad y moraleja dentro de la fantasía

Si ya os gustó 'Medio rey', no dudeis en embarcaros en 'Medio mundo', la aventura sólo acaba de empezar. 

"Los necios se jactan de lo que harán, los héroes lo hacen"